El olor a café recién hecho inunda la cafetería de la Universitat Jaume I. Un enorme barullo se escucha durante la media hora que dura el descanso entre las clases. Antonio pide un café con leche mientras Paco discute con un compañero sobre quién de los dos lo pasó peor en la postguerra. Una mujer le enseña orgullosa a otra la foto de sus 13 nietos: “El mayor ya ha acabado la carrera y el más pequeño tiene 5 añitos”.
La mayoría no tuvieron la oportunidad de estudiar y empezar una carrera u otros estudios superiores. Ellos mismos nos lo cuentan. Hoy, sin embargo, pueden cumplir el sueño que tuvieron desde jóvenes. Aprender, debatir, criticar, repasar, escuchar… En definitiva, cultivar más sabiduría de la que han aprendido durante toda su vida. ¿Quién dice que a los 65 años no es una buena edad para ir a la universidad?
Esta oportunidad se la ha brindado el proyecto Universitat per a Majors, una iniciativa de la Universitat Jaume I y la empresa CICOGRÉS. Ya son catorce años los que llevan en marcha, pero se esperan muchos más. El pasado enero se renovó el convenio de colaboración que subvencionará por tres años más este proyecto. La gran demanda ha sido la causa. Mientras que en 1998 se matricularon tan solo 34 alumnos, hoy ya son casi 1000 los que acuden a la Universitat per a Majors. De hecho, ya está abierta la preinscripción para el año que viene.
¿Cómo es el plan de estudios de la Universitat per a Majors?
Grados, postgrados o cursos: Los mayores también tiene donde elegir. Entre el abanico de posibilidades está el Grado Senior en Ciencias Humanas y Sociales, donde podrán estudiar asignaturas van desde Inglés hasta Historia Medieval. El postgrado más popular es el de Literatura, Filosofía y Música, con 140 estudiantes. Pero no es el único. También están el de Comunicación e Historia; Sociedad y Cultura; y Calidad de vida y sus componentes. La oferta se completa con el curso Aules per a Majors.
Sin embargo, no solo hacen falta estudiantes para poner en marcha este proyecto sino también profesores, quienes este año suman un total 119 dentro del el programa. Pero no vale cualquiera. El perfil idóneo es el de un profesional altamente cualificado y con gran capacidad de comunicación. Un profesor que cumple este perfil es Andreu Casero, quien imparte la asignatura de Comunicación Política en el programa ¿Se imaginan a 40 ancianos debatiendo de política y un solo profesor para coordinar la clase? Andreu Casero cuenta su experiencia.
No todo es estudiar y tomar apuntes
Como el saber no ocupa lugar, se han creado además una serie de cursos relacionados con aspectos que los mayores pueden desconocer y con los que puedan divertirse. Por ejemplo, los talleres sobre la web 2.0 y las redes sociales.
Este ámbito, que es el pan de cada día de los jóvenes universitarios, suele ser un mundo olvidado para los más mayores. Pero la UJI ha logrado cambiar esta idea porque el 62% de los estudiantes se mostró interesado en aprender sobre nuevas tecnologías. La página principal de la Universitat per a Majors ha recibido más de 147.000 visitas desde que se inauguró en Octubre de 2010. Y también ha crecido el número de mayores en las redes sociales, sobre todo en Facebook. Si acudimos a las estadísticas de la página, observamos como el grupo de edad más “popular” son aquellos que tienen entre 55 y 64 años. Eso demuestra que si se les deja probar, pueden acabar dominando las áreas más complicadas.
Senderismo, taller de canto y teatro o la participación en Vox Senior son otras de las actividades de ocio. En definitiva, todo un cúmulo de cursos que ayuden a la relación entre los más mayores. Entre ellos está Francisca quien explica que “Yo nací y crecí en Barcelona, pero ahora he venido a vivir a Castellón. Tenía miedo porque no conocía a nadie pero gracias a las clases ahora tengo un grupo de compañeros con los que salgo todos los días a pasear o a tomar un café. Es muy agradable”.
Gracias a esta iniciativa pionera de la Universitat Jaume I cientos de personas mayores han podido seguir aprendiendo y ampliando los conocimientos que hace años no pudieron cultivar. Pero además también han tenido la oportunidad de vivir experiencias que, de no ser por la Universitat per a Majors, no habrían sido posibles. Por eso, es muy importante que proyectos como este sigan llevándose a cabo. Por que no solo los jóvenes tienen derecho a estudiar.
Imágenes de los mayores descansando entre las clases: